Misión jesuita de Santo Ângelo

En Santo Ângelo tuvo lugar la primera evangelización en las tierras de Rio Grande do Sul. Los primeros misioneros jesuitas llegaron al territorio en 1626. El 3 de mayo, Roque Gonzales cruzó el río Uruguay, en el lugar ahora conocido como «Passo do Padre».

La Catedral Angelopolitana  Es la principal atracción turística de la ciudad. Comenzó a construirse en el año 1929 sobre los restos de la iglesia original de la misión de Santo Ângelo Custodio. Su estilo es neoclásico, con arcos, columnas, marcos y ornamentación y recuerda  a la iglesia de São Miguel das Missões. Sobre el pórtico pueden apreciarse imágenes talladas en piedra que representan a los santos patronos de los Siete Pueblos de las Misiones: San Borja, San Nicolás, San Luis Gonzaga, San Juan Bautista, San Lorenzo Mártir, San Miguel Arcángel y el Santo Ángel Custodio.

Misión jesuita de São Miguel das Missões

São Miguel das Missões se encuentra ubicado en el estado de Rio Grande do Sul, en el extremo sur de Brasil. La construcción de esta reducción jesuítica se inició en 1632, pero no fue hasta 1745 cuando se construyó el Templo Viejo, actual icono del lugar que aún conserva la grandiosidad arquitectónica y el simbolismo inmaterial del sueño de los jesuitas.

La misión jesuítica de São Miguel das Missões fue declarada por la UNESCO como Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad en 1983.

Los atractivos turísticos más destacados de São Miguel das Missões son el espectáculo de luces, el Museo de las Misiones, la campana y la cruz misionera.

Corredor Jesuítico Guaraní de la Provincia de Corrientes

El Corredor Jesuítico Guaraní está conformado por Yapeyú, La Cruz, San Carlos, Santo Tomé, Alvear y Virasoro, refleja el patrimonio histórico, cultural y arquitectónico de los jesuitas en su paso por la provincia.

Conocer la región de las Misiones Jesuítico-Guaraníes es un verdadero viaje en el tiempo. Transitar estas tierras hará revivir a turistas y visitantes las vivencias de los jesuitas a partir de 1609. Donde todos Los pobladores trabajaban en las mismas misiones, el pueblo cultivaba una huerta familiar y otra comunitaria.

Entre los lugares a visitar está Yapeyú, puerta de entrada a las Misiones Jesuíticas Guaraníes, donde se encuentra el Museo Histórico, Templete Casa Natal Gral. San Martín, Centro de Interpretación y el Museo San Martín. También, es posible visitar el Reloj de Sol y el Centro de Interpretación Mbororé en La Cruz.

En San Carlos, por otro lado, se encuentran tanto las ruinas como el Museo de Arte Jesuita. Y, en Santo Tomé, se pueden visitar las reducciones y la Casa de la Historia y Cultura del Bicentenario, así como, en Virasoro, las Ruinas de San Alonso.

Manzana y Estancias Jesuíticas de la Provincia de Córdoba

En Córdoba podés visitar cinco estancias jesuíticas: Colonia Caroya (1616), Jesús María (1618), Santa Catalina (1622), Alta Gracia (1643), La Candelaria (1678) y San Ignacio (1725). A ellas se suma la Manzana Jesuítica de la ciudad de Córdoba.

En el periodo de tiempo comprendido entre 1599, año de la llegada de los Jesuitas a Córdoba, y 1767, cuando se produce la expulsión de la orden por el rey Carlos III, la Compañía de Jesús estableció un sistema sociocultural único en la América hispana, que marcó el desarrollo de nuestra provincia.

Las Estancias Jesuíticas son un patrimonio arquitectónico esencial dentro de la oferta turística de Córdoba. La UNESCO las declaró Patrimonio de la Humanidad en el año 2000, reconociendo los valores patrimoniales e históricos excepcionales que estas construcciones representan.

El «Camino de las Estancias Jesuíticas» constituye un itinerario turístico-cultural que permite descubrir y conocer los valores patrimoniales y la importancia mundial de estos lugares históricos, asociados con paisajes, tradiciones y costumbres que marcan la identidad de Córdoba.

De esta manera, la propuesta turística que engloba este atractivo está compuesta por: la Manzana Jesuítica en la ciudad de Córdoba y las Estancias de Caroya, Jesús María, Santa Catalina, Alta Gracia y La Candelaria.

Estancia jesuítica Santa Catalina

A 70 kilómetros al norte de la ciudad de Córdoba, encontramos la Estancia de Santa Catalina, localizada en un encantador paraje rural rodeado de naturaleza. Durante los siglos XVII y XVIII, constituyó uno de los mayores centros productivos de los jesuitas en la región. Poseía numerosos árboles frutales, más de 20.000 cepas de vid y miles de cabezas de ganado vacuno y ovino. Actualmente Santa Catalina forma parte de la red de estancias jesuíticas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

La Estancia Jesuítica Santa Catalina destaca por su imponente iglesia de dos torres que constituye una de las obras de la arquitectura colonial más valiosas conservadas en Argentina. Además se pueden visitar los claustros, las galerías, los patios, los talleres, el tajamar, las huertas y las rancherías.

La mejor forma de visitar la Estancia es acompañado de un guía local para que nos explique los detalles arquitectónicos de la iglesia y nos cuente historias y anécdotas de la vida de los jesuitas de la época, mientras paseamos por el pequeño cementerio, los patios, y la huerta.

Como parte del Camino de los Jesuitas en la región, se puede recorrer el “Camino de las Estancias Jesuíticas”; un itinerario turístico cultural que permite conocer la Manzana Jesuítica de Córdoba y las cinco estancias jesuíticas declaradas patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO:

Estancia Jesuítica Alta Gracia

El Museo Nacional Estancia Jesuítica de Alta Gracia y Casa del Virrey Liniers se encuentra a 40 kilómetros al suroeste de la ciudad de Córdoba. Fue construida en 1643 y constituye un atractivo turístico de gran valor, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO.

El museo ofrece visitas guiadas donde se explican los distintos usos que se dieron a la estancia a través de diversas salas ambientadas. Al acceder, lo primero que llama la atención es el gran patio principal con su elegante escalinata. La iglesia destaca por su fachada sin torres. Su arquitectura denota curvas interrumpidas y pilastras de influencia de barroco italiano tardío.

Junto a la iglesia aparece la residencia construida sobre una planta en forma de «L» y donde se encuentra el actual museo desde 1977. En su interior se resguarda una importante colección de objetos de los siglos XVII, XVIII y XIX, así como exposiciones temporarias y un nutrido programa anual de actividades culturales (conciertos, conferencias, cursos, etc.).

Como parte del Camino de los Jesuitas en la región, se puede recorrer el “Camino de las Estancias Jesuíticas”; un itinerario turístico cultural que permite conocer la Manzana Jesuítica de Córdoba y las cinco estancias jesuíticas declaradas patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO:

 

Estancia Jesuítica Jesús María

La estancia jesuítica Jesús María fue construida en 1618 y se encuentra a únicamente a 4 kilómetros de la Estancia de Caroya. Ambas estancias, al igual que el resto que se encuentran en la región, fueron declaradas Patrimonio Mundial por la UNESCO en el año 2000.

La Estancia de Jesús María se dedicaba a la producción vinícola y dio lugar a la actual ciudad cordobesa de Jesús María. La estancia es hoy un Museo Nacional y se puede visitar la iglesia, la residencia, la bodega, los restos de antiguos molinos, el perchel y el tajamar a través de un recorrido autoguiado. La visita incluye testimonios que recrean los espacios productivos de la época y una explicación completa de como se fabricaba el vino.

La Estancia exhibe en su interior una importante muestra de objetos de los siglos XVII y XVIII, así como grabados, monedas y medallas de la época. Dentro de la casa, en la que habitaban los jesuitas, se atesoran objetos religiosos, tanto católicos como de los dioses adorados por los pueblos originarios de la región.

Como parte del Camino de los Jesuitas en la región, se puede recorrer el “Camino de las Estancias Jesuíticas”; un itinerario turístico cultural que permite conocer la Manzana Jesuítica de Córdoba y las cinco estancias jesuíticas declaradas patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO:

 

Estancia Jesuítica Caroya

La Estancia Jesuítica de Caroya se encuentra a 50 kilómetros al norte de la ciudad de Córdoba, en la localidad de Colonia Caroya. Esta estancia fue el primer establecimiento rural organizado que poseyeron los jesuitas en 1616. Junto a las otras estancias jesuíticas de la provincia de Córdoba, ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

El conjunto edificado de la Estancia Caroya conserva la estructura colonial original con algunas modificaciones que se realizaron a comienzos del siglo XIX. En su interior, está compuesta por un patio central en claustro y la Capilla original del siglo XVII con paredes de piedra y una imagen de la Virgen de Monserrat en el altar. Además, cuenta con un perchel, el tajamar, restos del molino y de las acequias, y las áreas dedicadas a quinta.

Actualmente, en la Estancia Jesuítica Caroya se puede realizar una visita guiada por el actual Museo Histórico y de los Inmigrantes, donde se conservan muebles y objetos de la época colonial de gran valor. La visita incluye recorridos por el predio donde se podrán conocer los sistemas productivos y técnicos empleados por los jesuitas.

Como parte del Camino de los Jesuitas en la región, se puede recorrer el “Camino de las Estancias Jesuíticas”; un itinerario turístico cultural que permite conocer la Manzana Jesuítica de Córdoba y las cinco estancias jesuíticas declaradas patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO:

Manzana Jesuítica de Córdoba

La Manzana Jesuítica de Córdoba es un conjunto histórico y monumental de incalculable valor, construido durante el siglo XVII, cuando Córdoba pertenecía a la provincia jesuítica del Paraguay. Los jesuitas se establecieron en esta zona en 1599, y Córdoba pasó a ser el punto central de las tareas productivas y de evangelización de la Compañía de Jesús.

Primeramente se construyó la Iglesia Principal de la Compañía de Jesús, el Colegio Máximo y el Convictorio, a partir de los cuales se comenzaría a desarrollar la labor espiritual y educativa, dando origen a la Universidad Nacional de Córdoba y al Colegio Nacional de Monserrat.

La Manzana Jesuítica de Córdoba se sitúa actualmente en pleno centro histórico de la ciudad. En ella se condensan algunas de las máximas expresiones del arte barroco en Latinoamérica, como es el caso de las bóvedas pintadas y los retablos de la Iglesia y la Capilla Doméstica. Todo el conjunto fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000.​

Como parte del Camino de los Jesuitas en la región, se puede recorrer el “Camino de las Estancias Jesuíticas”; un itinerario turístico cultural que permite conocer las cinco estancias jesuíticas declaradas patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO:

Gran Estancia Calera Nuestra Señora de los Desamparados

Para visitar y conocer

La estancia, cuyo casco es actualmente una reliquia representativa de los tiempos coloniales, fue un importante establecimiento de producción agrícola, ganadera e industrial y, a su vez, centro de evangelización y educación de la población indígena lugareña. Con el paso del tiempo, a partir de diversos hechos como la expulsión de los jesuitas en 1767, seguida de la confiscación de sus posesiones, las tierras se fueron subdividiendo, generando nuevos establecimientos que se poblaron con nuevos cascos que hoy conforman el patrimonio arquitectónico estanciero del departamento de Florida.

El legado de la estancia puede respirarse en establecimientos turísticos como San Pedro de Timote, El Ceibo, Espina de Cruz, la Estancia San Luis, las Graserías de la Estancia Santa Clara y el predio del Campo de Recría de la Sociedad de Productores de Leche del departamento.

Más información: Turismo de Uruguay