La estancia jesuítica Jesús María fue construida en 1618 y se encuentra a únicamente a 4 kilómetros de la Estancia de Caroya. Ambas estancias, al igual que el resto que se encuentran en la región, fueron declaradas Patrimonio Mundial por la UNESCO en el año 2000.
La Estancia de Jesús María se dedicaba a la producción vinícola y dio lugar a la actual ciudad cordobesa de Jesús María. La estancia es hoy un Museo Nacional y se puede visitar la iglesia, la residencia, la bodega, los restos de antiguos molinos, el perchel y el tajamar a través de un recorrido autoguiado. La visita incluye testimonios que recrean los espacios productivos de la época y una explicación completa de como se fabricaba el vino.
La Estancia exhibe en su interior una importante muestra de objetos de los siglos XVII y XVIII, así como grabados, monedas y medallas de la época. Dentro de la casa, en la que habitaban los jesuitas, se atesoran objetos religiosos, tanto católicos como de los dioses adorados por los pueblos originarios de la región.
Como parte del Camino de los Jesuitas en la región, se puede recorrer el “Camino de las Estancias Jesuíticas”; un itinerario turístico cultural que permite conocer la Manzana Jesuítica de Córdoba y las cinco estancias jesuíticas declaradas patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO:
- Estancia Jesuítica Colonia Caroya (1616)
- Estancia Jesuítica Jesús María (1618)
- Estancia Jesuítica Santa Catalina (1622)
- Estancia Jesuítica Alta Gracia (1643)
- Estancia Jesuítica La Candelaria (1683)