Misión jesuita de São Luiz Gonzaga

El padre Miguel Fernandes fundó en 1687 la misión jesuita de São Luiz Gonzaga por razones de seguridad, ya que su ubicación resultaba más favorable para su defensa. En sus inicios, la misión albergó a indígenas provenientes de las demás misiones de la región.

Al igual que en el resto de los pueblos misioneros, en São Luiz Gonzaga surgió una floreciente civilización de constructores, escultores, pintores, músicos y otros artesanos, que dejaron las huellas que hoy persisten en las ruinas de la llamada «República Guaraní» que engloba territorios que en la actualidad pertenecen a los países de Brasil, Argentina y Paraguay.

La actual ciudad de São Luiz Gonzaga se construyó sobre las antiguas ruinas de la misión jesuítica. Sus piedras se utilizaron como cimiento de varias casas en las áreas urbanas y rurales. Quizás sea esta la razón por la que se haya arraigado tan profundamente el amor de su población por este período de la historia.

Misión jesuita de São Nicolau

La misión jesuita de São Nicolau es uno de los 18 pueblos (llamados misiones o reducciones) que fundaron los jesuitas 1626 y 1634 en la región que hoy se conoce como el Estado de Rio Grande do Sul. Durante los siglos XVII y XVIII convivieron en estas misiones jesuitas e indígenas convertidos al cristianismo. Muchas de las misiones fueron destruidas durante guerras y ataques de saqueadores por lo que los jesuitas volvieron a fundar, en una segunda fase del ciclo misionero, otras siete misiones. Son las que actualmente conocemos como los Siete Pueblos de las Misiones.

São Nicolau fue la única misión en ser refundada sobre sus propias ruinas y en el segundo periodo destacó por la producción de pinturas y tallas en madera.

El Sitio Arqueológico de São Nicolau ha sido objeto de varias investigaciones arqueológicas. En el lugar, se puede visitar la antigua bodega subterránea de los sacerdotes y una exposición sobre los trabajos de excavación arqueológica ejecutados en 1980.

Misión jesuita de São Borja

São Borja fue fundada en 1682 por los sacerdotes jesuitas en la confluencia de los ríos Uruguay e Icamacuá. En la actualidad el municipio se encuentra en la frontera entre Brasil y Argentina y alberga un puente internacional que resulta fundamental en el flujo de productos entre países del Mercosur, ya que conecta São Borja en el estado de Rio Grande do Sul (Brasil) con Santo Tomé, en la provincia de Corrientes (Argentina).

La localidad toma el nombre de São Francisco de Borja, tercer general de la orden jesuita. Por ello, el escudo de la ciudad lleva un campo rojo (evocador de la tierra roja de las Misiones y la sangre guaraní) con una cruz de Caravaca, (también conocida como Cruz de Lorena y Cruz de Borgoña) en oro.

Reducción jesuítica de San Ignacio Guazú

Esta reducción jesuítica fue establecida oficialmente en 1609 con el nombre de “San Ignacio Guazú” para no confundirla con la misión de “San Ignacio Miní” en Argentina. En febrero del mismo año, el padre Roque González de Santa Cruz convirtió la misión en el centro de todas las misiones jesuíticas en Paraguay.

En el Museo Diocesano de Arte Jesuita, se encuentran estatuas de santos y objetos de gran valor, además de manuscritos y cerámica arqueológica. También se ofrecen talleres de pintura, cerámica, tallado en madera y música barroca.

En enero se celebra la festividad de la Tradición Misionera, en la que se exhibe el folclore del país, la habilidad para montar a caballo y la comida más típica de la zona, el batiburrillo.

El Viernes Santo, al anochecer una gran procesión marcha con velas, reviviendo uno de los rituales católicos más antiguos, el canto y la “jetopa” (palabra guaraní para “reunión”). Turistas de todo el país y del exterior se acercan en esta fecha para ver “los cuadros vivos”, cuando los actores locales representan cuadros famosos en una escenografía con mucho encanto. Esta actividad fue impulsada por el artista paraguayo Koki Ruíz, y cuenta con el apoyo de toda la comunidad de San Ignacio.

Saltos del Moconá o do Yucumã

El Parque Provincial Moconá se encuentra dentro de la Reserva de la Biosfera Yabotí (“tortuga” en guaraní), en la región centro este de la provincia de Misiones en Argentina. En el corazón del parque, los Saltos del Moconá conforman un espectáculo único, producto de una falla geológica sobre el río Uruguay.

El visitante comienza a disfrutar de la naturaleza desde las cercanías de la localidad de El Soberbio (con gran oferta de alojamientos en lodge) hasta el parque, accediendo a miradores naturales, divisando especies de flora y fauna, recorriendo senderos, y disfrutando de travesías 4×4 y paseos en kayak, entre otras actividades, como la degustación de comidas típicas y el encuentro con las comunidades de pueblos originarios, quienes hacen vivenciar una experiencia más arraigada.

Todo se corona con el Gran Salto del Moconá, “El que todo lo traga”, como reza su denominación en lengua guaraní, un cañón de 1900 metros de largo con caídas de agua paralelas a su cauce. Allí se realiza el clásico paseo fluvial que permite sentir la fuerza de los saltos.

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En el lado brasileño, los saltos, llamados do Yucumã, se encuentran en el Parque del Turvo, un paraíso ecológico de rara belleza escénica, donde el río Uruguay descarga todo el volumen de sus aguas en una abertura longitudinal de aproximadamente 1800 metros de extensión, con caídas de 12 a 15 metros de altura.

La belleza natural de todos los ambientes que componen el Parque do Turvo, enamora a las personas que visitan el área, que es la mayor selva subtropical del Estado de Rio Grande do Sul. El río Uruguay divide Brasil de Argentina en este punto geográfico. El canal donde las aguas se precipitan tiene una longitud media de 30 metros y una profundidad estimada de entre 90 a 120 metros.

Visto desde el lado brasileño, más bajo que el argentino, el Salto se presenta como un escalón basáltico, cubierto por una cortina de aguas blancas y ruidosas. Para observar mejor toda la belleza del Salto do Yucumã, se recomienda llegar por el municipio brasileño de Derrubadas.

El área de visita comprende un espacio de recepción, junto a la entrada, un camino que atraviesa el interior de la selva, a lo largo de 14 Km., un área de recreación de casi 2 hectáreas formada por  un claro al final del camino, otro camino de alrededor de 600 metros que lleva al río Uruguay y una larga extensión rocosa, la losa, entre el borde de la selva y el margen del río, a lo largo del Salto do Yucumã.

email de contacto: turismo@derrubadas-rs.com.br

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Recorre la Chiquitanía en tren

El Expreso del Oriente nos permite visitar las misiones jesuíticas de la Chiquitania de una forma única, con paradas en la reducción jesuítica de San José de Chiquitos (patrimonio mundial UNESCO), la iglesia misional de Santiago (con las campanas más antiguas de toda la Chiquitanía y hoy legado de un patrimonio vivo), y la serranía el Chochis, reconocida por su arquitectura colonial y los milagros de la virgen de la Asunta.

Hay tours organizados que duran cuatro días y tres noches. El tren les espera en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra y les transporta a las principales misiones jesuíticas a través del escenario natural de la Chiquitanía.

Otros atractivos que incluye este viaje son la cascada «Velo de la Novia», refrescantes baños en balnearios para el disfrute de toda la familia y conciertos de música barroca. Más información en el sitio web de Ferroviaria Oriental

Viaje en bici por los Siete Pueblos Misioneros

Recorrer las misiones jesuíticas de Brasil en bicicleta es la mejor forma de conocer las comunidades locales. Los ciclistas pueden alojarse en pequeños hoteles rurales y posadas familiares para que la inmersión cultural sea total. La hospitalidad y sencillez de las gentes que habitan los pueblos misioneros es algo que destacan todos los visitantes, pues en cada lugar al que llegan son recibidos con los brazos abiertos, como si fueran parte de la familia.

El recorrido pasa por senderos históricos, bosques y campos de cultivo y atraviesa los siete pueblos misioneros donde se pueden visitar sus museos, iglesias y catedrales.

Hay diferentes posibilidades dependiendo del tiempo disponible y el esfuerzo físico que se quiera realizar. El recorrido completo comprende un poco más de 300 km. Pero se puedes recorrer seis de los siete pueblos en un recorrido de aproximadamente la mitad: 150 km.

Peregrinación por los 30 pueblos misioneros

La peregrinación por las reducciones jesuíticas de los 30 pueblos misioneros es una experiencia que conjuga actividad física y mental. Esta vivencia mágica y espiritual combina el turismo religioso con el turismo de naturaleza y aventura, que se entrelazan con la vida cotidiana de las comunidades locales.

La ruta comienza en el primer pueblo fundado por la compañía de Jesús en territorio Guaraní: San Ignacio Guazú. El aeropuerto más cercano es el de Teniente Amín Ayub González en la ciudad de Encarnación. El camino recorre 750 kilómetros, pasa por tres países -Argentina, Brasil y Paraguay- y permite visitar siete sitios declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO, donde lo místico y lo sagrado tocan el alma.

A lo largo del trayecto, recorrido por caminos de interior, los peregrinos entrarán en contacto con la naturaleza y las diversas geografías, lo que posibilitará momentos de introspección, contemplación y paz de espíritu. Además, encontrarán una infraestructura adaptada a los lugares por donde pasen, alojándose en pequeños hoteles, posadas e incluso serán recibidos por familias, posibilitando una vivencia más intensa con las comunidades.

Es una experiencia inolvidable caminar por estos tres países y conocer las diferentes culturas de cada país y región, porque es justamente esta diversidad la que convierte a las Misiones Jesuíticas en una sola nación hermanada.

Más información en https://www.caminhodasmissoes.com.br/ y www.rutajesuitica.com.py 

Circuito vivencial del Mundo Guaraní

Ubicado en uno de los últimos remanentes del Bosque Atlántico del Alto Paraná, a través de un sendero interpretativo con 6 estaciones temáticas el turista podrá adentrarse en los misterios del bosque y apreciar su riqueza natural y cultural antes de llegar al emblemático Lago Yguazú, donde se encuentra un embarcadero.

Acompañados por un guía turístico nativo de la etnia Mby’a Guarani, la visita permite comprender el Mundo Guaraní a través de la narración desde la cosmovisión de sus propios protagonistas y mediante una instalación museográfica innovadora, que busca representar y destacar su historia desde los primeros registros hasta la actualidad en perfecta simbiosis de convivencia con la biodiversidad del entorno.

El circuito vivencial fue edificado con criterios de sostenibilidad e inclusividad en medio de 1.700 hectáreas de un Área Silvestre Protegida, donde, además de un área expositiva, encontramos también espacios para charlas y conferencias, talleres didácticos, biblioteca, una sala de exposiciones temporales, tienda de recuerdos y áreas de estacionamiento y camping.

Comunidad Mby´a Guaraní Carrería Cue

En medio del bosque del Monumento Científico Moisés Bertoni se encuentra la Comunidad Indígena Carrería Cue. Una propuesta de turismo vivencial a través de la puesta en valor de la producción de artesanías y otros elementos atractivos de su cultura. El visitante tendrá la oportunidad de conocer y experimentar la vida de las comunidades ancestrales a través de un recorrido guiado por los propios miembros de la aldea dentro del bosque y la comunidad destacando y visibilizando la cosmovisión de la cultura Mby’a Guaraní, sus saberes ancestrales y la manera de convivir en asociación con el bosque que conservan y sustenta toda su cultura.

Más información en www.rutajesuitica.com.py

Senderismo y avistamiento de aves en la Quebrada de los Cuervos

El paisaje protegido Quebrada de los Cuervos y Sierras del Yerbal es un estrecho valle encajonado que forma una garganta o «quebrada» de exuberante vegetación y destacada belleza escénica.

Esta área protegida forma parte del grupo de quebradas asociadas a las serranías del Este, que actúan como corredor entre las sierras del departamento de Maldonado, en el sur de Uruguay, y los bosques subtropicales de Río Grande do Sul en Brasil, para continuar el recorrido del Camino de los Jesuitas.

Entre las actividades que se pueden realizar en la Quebrada de los cuervos, destacan el senderismo y el avistamiento de aves.

Más información en www.turismo.gub.uy