Para seguir las huellas de la Compañía de Jesús en la capital del Uruguay, les recomendamos visitar:
Iglesia Matriz
Ubicación: Calle Ituzaingó y Sarandí, Plaza Matriz, barrio Ciudad Vieja.
Año de inauguración: 1804. Cuando Zabala proyectó los trabajos de fortificación dispuso que se enviaran indios de las misiones jesuíticas para trabajar en los terraplenes y baterías. Una dotación de ellos, con dos capellanes, levantaron una pequeña capilla con habitación para los sujetos de la Compañía en la actual esquina de Piedras y Zabala. Pronto se notó su insuficiencia y fue ampliada con un galpón cubierto de cuero que sirvió como emergencia hasta 1740. La primera Iglesia Matriz fue inaugurada en 1740 y finalizada esta obra en 1746. De sus ornamentos originales quedan solamente la imagen de su patrono, San Felipe, y su compañero en el Santoral Católico Romano, Santiago “El Menor”, y la pila bautismal. Sus paredes eran de ladrillo, con tirantes de madera y techo de paja. Tenía un reloj de campana que perteneció a los Jesuitas. En el año 1788 se desploma esta construcción y es trasladada a la capilla de los padres Jesuitas en la calle San Gabriel y San Juan, actualmente denominadas Rincón e Ituzaingó. Esta capilla se usaba como depósito de artillería al haber sido expulsados en el año 1767. Luego de un arduo proceso de trabajo, el 20 de noviembre de 1790, con la presencia del clero y de los cabildantes, se puso la piedra fundamental del actual templo, hasta que se edificó la nueva Matriz, que se inauguró en 1804.
Basílica Nuestra Señora del Carmen
Ubicación: Av. Libertador Brig. Gral. Lavalleja 2022.
La primera capilla fue erigida en lo que hoy es la intersección de las avenidas Libertador y Rondeau, según el modelo aportado por los jesuitas. Fue mandada demoler en 1750 junto con las casas circundantes, por hallarse en extramuros dentro del tiro de cañón. La segunda capilla, inaugurada en 1821 en la ubicación de la actual, fue sede de la Asamblea Constituyente –al comienzo de la vida independiente– y fue tomada como cuartel durante el sitio a Montevideo en la Guerra Grande. A instancias del crecido vecindario, en 1891 se habilitó en la misma ubicación el suntuoso edificio de la nueva basílica.
La planta es de tipo basilical, alterando el modelo jesuítico al otorgar la misma altura a las tres naves, estando las laterales divididas en dos niveles. El crucero está coronado por una cúpula de acentuado peralte sobre tambor cilíndrico. La culminación del espacio en el altar mayor se ve reforzada por la majestuosidad de su diseño y sus materiales –mármoles, lapislázuli, ónix, bronce–, acorde a su procedencia de los talleres de Lavagna (Génova).
Molino de los Jesuitas
Ubicación: El Molino debió estar emplazado cerca de la actual esquina de Manuel Herrera y Obes y Zufriategui, Barrio Paso Molino.
Al promediar el siglo XVII, ya configurada la Gobernación Política y Militar de Montevideo, tendría lugar la inauguración del llamado “Molino de los Migueletes”, construido por los padres de la Compañía de Jesús residentes en nuestra ciudad. En 1747, El Presbítero Cosme Agulló se presentó ante el Cabildo diciendo “que para la precisa manutención de dicha Residencia se veía obligado a hacer un molino de agua, en la costa del arroyo de los Migueletes, pero para esto se le exigió que el Molino debería de ser un bien universal de todas las chacras y comercios de la ciudad. Esta petición fue aceptada por el Cabildo el 23 de diciembre de 1749. La misma fue finalmente inaugurada, con cierta solemnidad, en fecha que no es posible establecer, aunque distintos documentos dicen que desde 1756 el molino estaba “en ejercicio”. El edificio en que se instaló el molino fue adecuado para su objeto. En el piso superior estaba colocada la maquinaria y más adelante se amplió la obra con un segundo molino y se completó con una tahona. Asimismo los Padres establecieron en las cercanías un horno de ladrillos, tejas y baldosas. Los costos no llegaron a amortizarse antes de la expulsión de los Padres en 1767, lo que dejó sin funcionamiento al Molino y se desistió de mantener la obra. Foto de la Intendencia de Montevideo.
Iglesia de San Francisco de Asís
Ubicación: Calle Piedras esquina Zabala, Barrio Ciudad Vieja.
Año de construcción: 1840. La Iglesia San Francisco de Asís es considerada el primer edificio religioso de Montevideo realizado por los Padres Jesuitas donde antes había un antiguo templo. Luego, en 1740, estos se lo cedieron a los Padres Franciscanos los cuales levantaron allí, en la misma manzana, ocupada actualmente por
el edificio del Banco República, el convento San Bernandino, que fuera la escuela de las primeras letras de nuestro prócer José Artigas Estaba ubicada en la esquina de las actuales Piedras (entonces de la Frontera, más tarde San Miguel) y Zabala (entonces del Patio, más tarde San Francisco). Consta de tres naves cubiertas por bóvedas de arista, crucero y ábside semicircular. Las naves laterales son de dos pisos, y en el nivel inferior los contrafuertes albergan cuatro capillas profundas a cada lado. En 1895 se terminó la torre, cuyas cinco campanas dejaron huella en el paisaje sonoro, al tiempo que su perfil característico permite su identificación desde diversos lugares. En el mismo año se habilitó la cripta del Señor de la Paciencia, muy vinculada a la vida religiosa de aquella época. Actualmente se realizan trabajos de restauración de este monumento histórico, cuya estructura ha sido gravemente afectada por la humedad.
Fortificaciones en Montevideo colonial
Ubicación: Museo de las Migraciones, esquina de Bartolomé Mitre y Buenos Aires, Espacio al Pie de la Muralla.
Cuando Zabala proyectó los trabajos de fortificación, dispuso que se enviaran indios de las misiones jesuíticas para trabajar en los terraplenes y baterías. En 1724, los jesuitas arriban a Montevideo acompañados de 1000 indios para realizar las murallas, considerada la primera tarea que se les otorgó. Encontramos en diferentes puntos de la Ciudad Vieja rastros de estos trabajos, en el Museo de las Migraciones y de la Muralla (Mumi), enfrente al Teatro Solís, en la Plaza de la Contraescarpa, en la reconstrucción del Cubo del Sur y del Cuartel de Artillería, entre otros. También se conservan restos de la murallas en entidades privadas, como en la Inspección de Secundaria. De la misma manera se descubrió la Manzana Jesuítica, la cual figura con el nº 64 en el catastro de Ciudad Vieja, calles 25 de Mayo, Rincón, J. C. Gómez e
Ituzaingó.
Créditos de las fotografías: Intendencia de Montevideo.