Naturaleza Argentina

Valles, Quebradas y Yungas

Paisajes espectaculares, rutas escénicas, senderos, alojamientos de todo tipo, áreas naturales protegidas no tan conocidas pero listas para ser descubiertas, como los parques nacionales Los Cardones y Aconquija, otros más agrestes como Baritú y El Rey, así como numerosas reservas que invitan a combinar trekking, cicloturismo, safaris fotográficos, turismo astronómico, turismo aventura, observación de aves y fauna en general con gastronomía, bodegas, cultura e historia.

Litoral y los Grandes Ríos

Enmarcado por el Paraná, el Uruguay, el Paraguay y muchos otros ríos y arroyos, el litoral es uno de los principales destinos que invita a descansar en sus playas y bancos de arena, disfrutar de sus balnearios, practicar deportes y actividades náuticas, hacer ecoturismo en el Parque Nacional El Palmar o en sus numerosas reservas naturales como Jaaukaingás entre muchas otras, observar aves y fauna en general, hacer safaris fotográficos, practicar cicloturismo, turismo rural o simplemente descansar al abrazo de los grandes ríos.

Sierras Centrales

Más allá de las ciudades turísticas enclavadas en las sierras y de los balnearios más tradicionales, esta ruta invita a conocer la naturaleza a través de las áreas naturales protegidas, parques nacionales y circuitos de sierras grandes y sierras chicas que incluyen los valles de Traslasierra, Punilla, Paravachasca, Calamuchita, laguna de Mar Chiquita y el Parque Nacional Quebrada del Condorito.

Altos Andes

Una ruta para distintos segmentos de demanda según sus circuitos y experiencias: uno destinado a escaladores y andinistas profesionales, otro para público amplio, ávido de vivir aventuras, cabalgatas y trekkings de baja o mediana exigencia a través de paisajes y lugares imponentes a lo largo de la Cordillera de los Andes. Se complementa con las rutas del vino, termas naturales y ciudades oasis. En algunos casos, oferta de deportes de nieve o esquí en centros invernales.

Puna

Una ruta para intrépidos y aventureros, que requiere de guías experimentados y cierta preparación física, de equipamiento y transporte, pero que invita a descubrir algunos de los paisajes más espectaculares de Sudamérica. Entre ellos las formaciones inesperadas como el Cono de Arita o el Desierto del Diablo.

Créditos de las fotografías: Foto 1: Ministerio de Turismo y Deportes de Salta. Foto 2: Ministerio de Turismo de Misiones. Fotos 3 y 4: Gobierno de Mendoza.

 

Peregrinación del Señor y la Virgen del Milagro en Salta

500 años atrás, sólo peregrinos de esta tierra hacían camino al andar. Hoy podemos peregrinar y llegar a esta tierra de Salta desde donde nuestros ancestros abrieron caminos para llegar a la más linda morada, El Santuario del Señor y la Virgen del Milagro, cobijados en la Catedral Basílica desde el año 1592. Todos los años, peregrinos de toda la provincia llegan a Salta caminando desde los más lejanos parajes ubicados en el Norte Andino, Puna, Norte Verde, Valles Calchaquíes, Sur Histórico y Gaucho, Valle de Lerma y desde Salta y sus alrededores.

Historia

Dice la tradición que el dominico fray Francisco Victoria envió desde España un santo Cristo, como obsequio a la iglesia de Salta. La imagen llegó flotando en un cajón al puerto de El Callao, Perú, junto a otro que contenía la imagen de la Virgen del Rosario.

Nunca se supo del navío, ni de la tripulación que los traían. Cuando la comitiva llegó a Salta, se ubicó la imagen del Cristo en el Altar de las Ánimas. Pasaron 100 años y el Cristo quedó totalmente en el olvido. En septiembre de 1692 comenzaron los terremotos y la ciudad de Esteco quedó destruida; pero fueron evidentes los signos de protección para la ciudad de Salta. La gente, desolada, se dirigió hacia la plaza y quienes entraron en el tabernáculo pudieron observar la imagen de la Virgen caída de su hornacina, en actitud suplicante. En ese momento, el padre jesuita José Carrión sintió una voz que le decía que, mientras no sacasen en procesión al Santo Cristo abandonado, no cesarían los terremotos. Con dificultad, bajaron la imagen y las campanas llamaron a la primera procesión, en donde una multitud clamó misericordia, y acabaron los temblores. Entre aquellos primeros hombres y mujeres, y el Cristo y la Virgen, se selló el Pacto de Fidelidad; un pacto que año tras año se renovamos. Los pobladores del interior de la provincia llegan a pie en procesión desde sus lejanos lugares de origen, trayendo sus imágenes para participar.

El Cristo y la Virgen, luego de la renovación del Pacto de Fidelidad, regresan a la Catedral y, antes de entrar, una lluvia de pétalos de claveles rojos, blancos y rosados cae desde el campanario al compás del repique de campanas… y los pañuelos blancos de los fieles las despiden hasta el año próximo.

Las huellas de Martín MIguel de Güemes (Provincia de Salta)

Salta honra a su héroe, reconocido no solamente en el norte argentino sino también en todo el país, siendo uno de los personajes históricos más importantes.

En la ciudad se pueden visitar grandes emblemas como el Museo Güemes, casa que recorre los hitos de la vida del general y de las guerras por la independencia. En las salas, patios y galerías, el público se remonta a los primeros años de la vida de este héroe argentino. En todo el recorrido los visitantes disfrutarán de recursos audiovisuales modernos y técnicas de exhibición que incluyen efectos escénicos, lumínicos y programas multimedia.

Otros sitios que también pueden visitarse son el Museo Histórico del Norte, el Cabildo mejor conservado del país. Entre las salas más destacadas se encuentran objetos pertenecientes a Güemes. Y también puede visitarse el Monumento que lo honra a través de una importante obra.

Patrimonio Jesuítico de la Provincia de Salta

Distintos son los atractivos vinculados al legado jesuita en la provincia de Salta. Uno de ellos es el actual Mercado Artesanal, lugar donde se estableció el segundo molino de trigo de los jesuitas ubicado en la ciudad de Salta hacia 1625. La casona en la que se encuentra es un edificio construido a mediados del siglo XVIII.

Otro de los símbolos de los jesuitas es el pueblo de San Carlos, sitio en donde se instaló una de las dos reducciones del Valle Calchaquí y se puede visitar la Iglesia San Carlos Borromeo. También se puede visitar la Capilla de El Naranjo, otro pueblo histórico y turístico ubicado cerca de Rosario de la Frontera;  y La Caldera, emblema del paso de los jesuitas por Salta y donde se encuentra la Iglesia Nuestra Señora del Rosario.